Política

La voz de Brasil…grita amordazada

Prácticamente desde fines de agosto la dictadura letrada fue casi un hecho. Desde lo que se podía o no propagandear, hasta lo que se podría debatir pasaba y pasa por una verdadera censura.

Compartir:

¡Nunca tantos han debido tanta desgracia a tan pocos! 

Raramente unas feas personitas- luciendo como aves de rapiña a la espera del moribundo- han conseguido hacer tanto daño, insultando las leyes que dicen defender, la inteligencia, la ecuanimidad y el sentido común como estos «jueces» brasileños designados por gobiernos anteriores. Para peor, reparten sus funciones entre el -supuestamente- Constitucional Supremo Tribunal Federal (que acaba de malherir a la Federación, conminando a cuerpos policiales y de tránsito regionales a actuar en áreas federales contra manifestantes) y el Tribunal Supremo Electoral, de forma de tener todo » atado y bien atado»….

A su vez, un asustado y acobardado Senado – ya que estas Cortes entienden en juicios que se tramitan contra legisladores- ha dejado hacer a estos maniquíes de negras togas, para no complicarse la vida. ¡Hasta que fue tarde!

La Corte Electoral no quiere oír razones, da la impresión de que alguien va a tener que convencerlos de escuchar con atención. De preferencia el clamor de miles de brasileños que siguen en las calles, literalmente llueva o truene. Y esto, que me perdone Mourão, es más que una catarsis masiva.

Desde julio, cuando aquella juececilla de cuarta de Río Grande reprimió el uso particular de banderas brasileñas antes de iniciarse la campaña, por ser «de derecha» sin ser destituida, el espíritu de estas elecciones se empezó a deshacer. En realidad desde la liberación de Lula y su cuadrilla (previa devolución de cientos de millones de dólares robados, muchos de ellos…) haciéndolos algunos forzadamente elegibles, la cosa ya anduvo muy mal. Probablemente se podrían haber previsto las numerosas inmoralidades e ilegalidades que se vendrían a dar.  

Prácticamente desde fines de agosto la dictadura letrada fue casi un hecho. Desde lo que se podía o no propagandear, hasta lo que se podría debatir pasaba y pasa por una verdadera censura a la que, ignoramos porqué, se ha acatado una y otra vez, cavando una enorme fosa entre las instituciones y la confianza que deben merecer para que un país funcione o un comicio sea celebrado con tranquilidad. A esto se sumó una permanente guerra de los grandes grupos mediáticos y las agencias de opinión pública contra el gobierno, que había dejado de ser su gran patrocinador, prestamista y garante desde 2019. Lo mismo artistas e » intelectuales» (¿qué será eso?), generosamente subsidiados desde los gobiernos de Fernando Henrique hasta Dilma….

De los falsos ambientalistas ni hablemos, porque tuvieron una extraordinaria facilidad de llegar desde Hollywood hasta la ONU o la Unión Europea, sembrando escándalos vários ante incendios amazonicos, la mayoría provocados en Venezuela o Bolivia, naciones a las que no sólo se excluía de responsabilidades sino que hasta ayudas se le ofrecían (la hipócrita mano «tendida» de Macron al piromano Evo Morales en sus últimos meses de gobierno). No obstante, y a pesar del récord de incautaciones, multas, bloqueos bancarios y procesamientos de delincuentes ambientales, gracias a las patrullas, satélites propios y alquilados e intercambio de información con las comunidades indígenas, el interesado relato falso siguió dominando la escena….

Sin embargo, bastaba al gobierno querer objetar algunos disparates insostenibles para activar a la juristocracia, para que Lula y su cuadrilla pudieran basar parte de sus ataques en estás falsedades. O en la  liviana y frivola acusación imposible de sostener contra el gobierno de » genocida» por la epidemia de Covid (y es cierto, la boca exageradamente abierta, a veces, de Bolsonaro superada por la de Lula bendiciendo al virus) no obstante, claramente, se compraron insumos y vacunas profusamente, repartiéndose entre Estados y municipios, los cuales frecuentemente insistieron – » casualmente» apoyados por esos jueces…- en usarlos discrecional y fraudulentamente….

No sólo el carnavalesco Tribunal Electoral apoyaba estas «fake «, sino que, frente a la reciente epidemia de poliomielitis, impidió al gobierno publicitar la campaña sanitaria bajo la falsedad de que seria «propaganda política». Y aún así – y no me vengan con las idioteces de «respetar la legalidad» si muere gente!- el oficialismo bajó la cabeza ante está afrenta… ¿Qué vino después? Que el ex presidiário Lula precisaba decir que ningun jerarca extranjero visitaba al Brasil de Bolsonaro (fingiendo ignorar la pandemia) y entonces el cabaret electoral presidido por De Moraes prohibe expresamente utilizar imágenes de Bolsonaro en encuentros con dignatarios extranjeros. Don Jair vuelve a acatar….

Es la gente, que más de un siglo después, quiere reconquistar la República, que le fuera impuesta e inmediata y dictatorialmente arrebatada por Deodoro y Floriano en 1889, así como la hoy nuevamente mancillada Federación, que entonces no pudieron recuperar – revolución de 1893 mediante- ni Custodio de Melo, ni Saldanha da Gama, ni Silveira Martins ni Gumersindo Saravia. Hoy los mismos intereses están en juego y son infinitamente más valiosos que una docena de jueces, alguno de los cuales almuerza con el abogado de Lula…

Luego, también los letrados electorales o electoreros tratan de digitar los temas posibles de debatir y prohíben recordar todos los pasajes por la Justicia de Lula & Friends, y si en algún debate televisivo la mesa no concedía una réplica al barbado candidato, los magistrados se la otorgaban en la hora de propaganda electoral gratuita en cadena, en la cual ya se habían denunciado serías omisiones publicitarias en contra del oficialismo….

En fin… ¿Qué más decir del TSE, si uno de sus integrantes, el ministro Barroso, había expresado que «las elecciones no se ganan, se toman»…. A unos y a otros juristas, desgraciada y extrañamente, los dejaron seguir al frente del organismo. Como también que (y no ignoro que el órgano electoral brasileño ya es muy caro) conservaron las mismas miles de urnas que en 2018 fueron hackeadas y su tecnología no es auditable!! América Latina pagará el nuevo desastre que se viene.

La Corte Electoral no quiere oír razones. Ni las de el Licenciado Cerimedo, ni las del Partido Liberal. Me da la impresión de que alguien va a tener que convencerlos de escuchar con atención. De preferencia el clamor de miles de brasileños que siguen en las calles, literalmente llueva o truene. Y esto, que me perdone Mourão, es más que una catarsis masiva. Es la gente, que más de un siglo después, quiere reconquistar la República, que le fuera impuesta e inmediata y dictatorialmente arrebatada por Deodoro y Floriano en 1889, así como la hoy nuevamente mancillada Federación, que entonces no pudieron recuperar – revolución de 1893 mediante- ni Custodio de Melo, ni Saldanha da Gama, ni Silveira Martins ni Gumersindo Saravia. Hoy los mismos intereses están en juego. Y son infinitamente más valiosos que una docena de jueces, alguno de los cuales almuerza con el abogado de Lula …

Original en el diario Enfoques de Punta del Este

Compartir:

Recomendados