En medio de la propuesta del gobierno socialcomunista de Sánchez, que propone suprimir o modificar el delito de sedición en España, su agenda de género y climática radical, recientemente las izquierdas han hecho un llamado para marchar contra la presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid, Isabel Ayuso, todo bajo la excusa de las problemáticas de sanidad pública.
Como señaló el destacado economista Daniel Lacalle, la Comunidad Autónoma de Madrid tiene uno de los mayores presupuestos sanitarios de la historia (€9.800m), tiene más médicos en la atención primaria que antes de la pandemia, el Servicio Madrileño de Salud tiene más de 4.000 profesionales más que en 2019 y una salud en la mayoría de los indicadores sobre la media nacional. Y de la misma manera, se podría argumentar a favor de las sucesivas rebajas impositivas en favor de los locales que se han propiciado bajo el mandato de Ayuso con el apoyo del partido Vox.

Las nuevas izquierdas han probado que la agresión al orden institucional mediante estrategias híbridas o moleculares no tienen consecuencias, porque raramente tienen líderes perfectamente definidos y los desmanes suelen calificarse como meros hechos aislados.
Cualquier economista o tecnócrata tradicional podría poner en el pizarrón y en las comunicaciones la información sobre los éxitos que puede tener una gestión con las finanzas públicas, la eficiencia y la competitividad. Sin embargo, las problemáticas públicas de hoy están trascendiendo discursivamente cualquier cosa que se asiente primariamente en la búsqueda de la verdad, los medios y canales de propaganda son la estrategia fundamental de las izquierdas desestabilizadoras.
En primer lugar, a nivel general los españoles deben comprender que las protestas de las nuevas izquierdas en la Iberosfera gozan de alta organización y capacidad de movilización social, en segundo lugar, la triada Foro de Sao Paulo (FS), Grupo de Puebla (GP) y Foro Social Mundial (FSM) ofrecen una articulación intelectual, política y de movimientos sociales, que están estudiando las estrategias híbridas como fenómenos de desestabilización para la toma del poder bajo la argumentación de movilizaciones democráticas. Y tercero, los pretextos de situaciones puntuales (problemas sanitarios, alzas de combustibles, incrementos precios de bienes, entre otros) son el caldo de cultivo para nuevos pasos en para la agresión de las democracias liberales y el respeto al Estado de Derecho. En resumen, las nuevas izquierdas mediante ensayo y error han probado que la agresión al orden institucional mediante estrategias híbridas o moleculares no tienen consecuencias, porque raramente tienen líderes perfectamente definidos y los desmanes suelen calificarse por los medios de prensa como meros hechos aislados.

Las hordas populares ideologizadas se sitúan como una herramienta de promoción de desestabilización de los regímenes democráticos cuando no gozan de su color político y siempre aprovecharán utilizar a los artistas, figuras mediáticamente conocidas y casos puntuales desfavorables para instar a sensibilizar a los más incautos.
Puede que suene majadero, pero las evidencias son claras, el dato no mata el relato dentro de las percepciones sicológicas de la batalla cultural y la propaganda del mass media. Ocurrió en Colombia, Ecuador, Bolivia, Argentina, Chile y la lista sigue. Un fenómeno nuevo en la sociedad hiperconectada, que importa de sobremanera estudiar y develar sus estrategias, asimismo un llamado a tener la capacidad política e intelectual de darles batalla y desarrollar mecanismos prospectivos para evitar el auge de los movimientos que buscan romper con la cohesión y la paz social, por lo mismo debemos entender que las hordas populares ideologizadas se sitúan como una herramienta de promoción de desestabilización de los regímenes democráticos cuando no gozan de su color político y siempre aprovecharán utilizar a los artistas, figuras mediáticamente conocidas y casos puntuales desfavorables para instar a sensibilizar a los más incautos.
¡Cuidado, Madrid! Una movilización política —no sanitaria— hoy es un factor de riesgo para abrir la puerta a un proceso desestabilizador futuro. Por tanto, es sumamente importante que las fuerzas de la Libertad tomen nota e inmediatamente logren revertir la situación por el bien de España y los madrileños.