Política

Mercenario y Piratas en el Siglo XXI

¿Por qué una potencia militar como Rusia recurre a una PMC para desarrollar operaciones de combate? Por la misma razón que EEUU hizo lo propio en Afganistán e Irak y también la ONU: Porque resultan «políticamente» útiles.

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Mientras Argentina sigue inmersa en su gigantesca irrelevancia auto infligida, en el mundo ocurren distintas situaciones que son absolutamente ignoradas por nuestra presunta elite y que conviven entre enormes oportunidades y dificultades.

Entre estas últimas están la proliferación de empresas militares privadas de mercenarios (PMC por sus siglas en inglés) que ofrecen servicios militares a quien esté dispuesto a pagar por los mismos y, por otro lado, se desarrolla otra actividad de entrepenurs: la piratería en diferentes mares del mundo.

Nadie llora la pérdida de mercenarios, no hay manifestaciones pidiendo que «vuelvan los muchachos para Navidad». Esta es una ventaja GIGANTESCA cuando se requiere uso de fuerza militar sin poder explicar con claridad a la población los motivos.

Empezaremos por desarrollar el tema de las PMC y luego el de la piratería. Ahí vamos.

La guerra en Europa, entre Ucrania y Rusia, «revivió» el interés por el tema mercenarios dada la participación del WAGNER Group, una verdadera empresa militar privada, de capitales rusos, que suele ser contratada por Moscú para ser utilizada en combate. La PMC Wagner está peleando en Ucrania, pero también lo hace en Libia, en Mali donde reemplazan a los franceses (he escrito sobre ellos en África aquí y aquí) en el combate a los terroristas islámicos, y seguramente Siria no les ha sido ajena…

¿Por qué una potencia militar como Rusia recurre a una PMC para desarrollar operaciones de combate? Por la misma razón que EEUU hizo lo propio en Afganistán e Irak y también la ONU: Porque resultan «políticamente» útiles por las siguientes razones:

  • Sus operaciones pueden «disfrazarse» de emprendimiento no gubernamental como el despliegue en Libia o Mali.
  • Pueden hacer cosas «oscuras» que tropas regulares no harían (dejo a la imaginación el amplio espectro de lo «oscuro»).
  • Marcan el interés de un gobierno en algo de carácter estratégico en un mensaje con destino a otros jugadores geopolíticos, sin que el gran público se dé por enterado o siquiera perciba el hecho.
  • Permiten generar «operaciones de falsa bandera», las PMC se integran con gente de diversas nacionalidades y eso brinda enormes posibilidades de crear situaciones que los medios «compren» como producto de un cierto origen cuando en realidad el mismo es totalmente diferente. Lo siento almas bellas, el mundo no es el que creen!!!
  • Nadie llora la pérdida de mercenarios, no hay manifestaciones pidiendo que «vuelvan los muchachos para Navidad». Esta es una ventaja GIGANTESCA cuando se requiere uso de fuerza militar sin poder explicar con claridad a la población los motivos.

Hasta acá he mencionado las ventajas de las PMC para Estados o agencias supranacionales pero también, como en el pasado, proporcionan ventajas a empresas que deben operar en zonas complicadas del mundo, lugares donde el gobierno es débil de toda debilidad, corrupto (¿algo común en ciertos lugares conocidos?), o bien donde nadie da garantías para poder llevar adelante los negocios.

Imaginen que tienen una empresa operando en algún lugar «interesante» donde han invertido millones en infraestructura, y el gobierno local no les garantiza seguridad contra bandoleros o terroristas. Bueno, si tienen los recursos hay decenas de PMC que pueden solucionarles el inconveniente de manera eficiente.

En un mundo complicado, con dificultades para despliegues militares que pueden interpretarse como una búsqueda de la escalada en una crisis, las PMC tienen un porvenir brillante, (tanto que, a mi juicio, si cotizaran en bolsa algunas rupias sería acertado colocar).

Les propongo ahora «darle una vuelta» al tema de los mercenarios en el Siglo XXI, y esta tiene que ver con el reclutamiento… Si lo que hasta acá escribí resultó repulsivo, lo que viene es peor!!!  Advertidos vamos al tema:

  • Mal que le pese a muchos hay hombres que sienten una atracción inmensa por la guerra. Algunos la canalizan en las FFAA de sus países entendiendo que la guerra es una posibilidad más o menos lejana y encuentran en la preparación profesional para ella un desafío.
  • Pero hay otro grupo de hombres que no están interesados en dedicar su vida a «prepararse para la eventualidad» de pelear, sino que quieren hacer de pelear su manera de vivir. Sí, es cierto, el incentivo monetario es ENORME, en algunos lugares el piso son unos u$d 30000 mensuales, pero ¿cuál es el precio que cada lector le da a su vida en una zona de combate? ¿Cuál es ese precio cuando un mercenario no está comprendido por las Leyes de Guerra y, en consecuencia, al ser capturado no le cabe la categoría de Prisionero de Guerra sino la de delincuente y probablemente ser ejecutado «in the spot»?
  • Esos hombres pueden ser honorables o viles tanto como los soldados regulares. No me maldigan, pero la historia de guerra está repleta de ejemplos de lo que menciono; y allí está la Italia renacentista con dinastías nacidas de mercenarios: los Sforza, Colleoni o Cesare Borgia…
  • No entran a mi juicio en la categoría de mercenarios los que voluntariamente se unen a cuerpos militares extranjeros motivados por su deseo de pelear. En esto caen los que se enrolan en la Legión Francesa (la española dejó de tomar extranjeros hace años… craso error), los que sirvieron con las tropas croatas durante la guerra en Yugoslavia en los 90 del Siglo XX y cualquier otro cuerpo perteneciente a un Estado.

Veamos ahora el tema de la piratería en los mares:

Este es un negocio floreciente en el mundo, especialmente allí donde los gobiernos son extremadamente débiles o inexistentes. Los piratas de los mares del Siglo XXI no tienen el glamur de Barbarroja o Morgan idealizado por Hollywood o del imaginario Jack Sparrow. Todo lo contrario. Los piratas actuales usan embarcaciones de portes pequeños muy veloces, con armas automáticas y con dotaciones de no más de una decena de hombres. Estos buscan acercarse a la nave que desean apresar, intimando a la misma a detenerse por medio del uso de dichas armas automáticas y, cuando esta lo hace, la abordan. Una vez hechos de la nave es frecuente que traten de pedir un rescate a la empresa armadora o bien secuestran a miembros de la tripulación para, desde tierra, tramitar el rescate. O bien saquean lo que pueden de la nave.

La piratería está muy diseminada en el planeta. La Cámara de Comercio Internacional (ICC) tiene un site actualizado diariamente con imágenes de los hechos de piratería últimos (Live Piracy Map (icc-ccs.org)). El que presentan al momento de escribirse esta nota muestra:

  • Actividad en la costa del Perú.
  • Actividad desde el noreste de Brasil, la costa venezolana y llegando al sudeste de Cuba.
  • Actividad en la costa occidental de África desde el noroeste de Angola hasta Liberia.
  • Actividad al noreste de Sudáfrica.
  • Actividad en el Guarajat de India, al noroeste del país.
  • Actividad en el norte del Golfo de Bengala.
  • Actividad en el estrecho de Malaca.
  • Actividad al oeste de la costa de Filipinas desde Manila al sur.

Es interesante la lista que hemos descripto por dos razones:

La Piratería del Siglo XXI opera “a caballo” de vías muy navegadas o en zonas limitadas en cuanto a la capacidad de los buques para maniobrar y los navieros recurren a empresas PMC para que acompañen a sus buques durante las etapas críticas de sus singladuras.

  • Nos habla de una actividad muy extendida a nivel global y que en general como mencionamos opera “a caballo” de vías muy navegadas o bien de zonas relativamente limitadas en cuanto a la capacidad de los buques para maniobrar y donde armadores navieros recurren a empresas PMC para que acompañen a sus buques al menos durante las etapas críticas de sus singladuras.
  • No figura más como “zona de piratas” el Cuerno de África, el cual se hizo famoso para el público con la película “Capitán Philips”, donde se cuenta las tribulaciones de una nave abordada por piratas y como dan cuenta de los mismos SEALS de la Armada de EEUU (No puedo dejar de imaginar a las almas bellas de la progresía argenta tratando de convencer a los piratas de desistir utilizando sus manuales de género y lenguaje inclusivo). La zona mencionada fue durante años zona de operaciones de armadas tan diversas como las de la OTAN, India, Rusia, China y Pakistán; todas operando reunidas en función de eliminar, sí eliminar físicamente, a los piratas que encarecían las operaciones de petroleros que salían del estrecho de Ormuz.

Lo que acabamos de mencionar respecto a la supresión de la piratería en el Cuerno de África es indicativo de la enorme dificultad que eliminar a estos piratas insume.  El esfuerzo en el noreste africano solamente fue posible por ser el lugar de un valor crítico para muchas naciones que incluso entre si se detestan, pero que operaron como “aliados” en ese esfuerzo naval. Es difícil que eso se logre en ciertos lugares como el Caribe, donde el único actor con capacidad de llevar adelante un esfuerzo sería la US Navy, pero a desmedro de otras operaciones globales y sin que sus intereses se vean afectados porque no hay piratas en su zona de interés crítico. Un caso diferente sería el estrecho de Malaca, que resulta crítico para China, pero que una acción de sus buques en el lugar sería pésimamente percibida por otros actores regionales. No debe descartarse un esfuerzo diplomático de Beijing por llegar a algún tipo de acuerdo para enfrentar la piratería en ese estrecho sin incrementar las sospechas sobre el expansionismo chino.

Terminamos esta nota con un bonus track:

Un documental corto de las andanzas de mercenarios en el Congo a principios de los sesenta

(15) Mercenaries – Congo ’64 – YouTube

Y otro de un intento de piratas con muy mala inteligencia para seleccionar sus víctimas

(15) Somali Pirates Encounter Wrong Ship – YouTube

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