“Las guerras suceden porque los que las inician creen que pueden ganar”
Margaret Atwood
Este mundo construido sobre verdades sólo sostenidas por la emoción del discurso, con instituciones que defraudaron sus objetivos y funcionarios defraudadores, sobre la idea del hedonismo sin fin de la “sociedad de consumo” que nos ha devorado, y con el sueño de que un pasado que parecía eterno y perfecto podía sostenerse con la sola voluntad; ese mundo se ha acabado.
Hoy la invasión militar de Ucrania por las fuerzas rusas demuestra nuevamente que la tesis de Barbara Tutchman en “La marcha de la locura” tiene plena validez y confirmación. La propuesta identificaba…”Un fenómeno que puede notarse por toda la historia, en cualquier lugar o período, es el de unos gobiernos que siguen una política contraria a sus propios intereses”. Hasta esa invasión el presidente ruso actuó con cierto equilibrio de ambiciones e intereses que en principio le daba la ventaja sobre un enemigo –Ucrania, UE, OTAN, USA- que apenas reaccionaba con medidas insuficientes, inconexas y de poco consenso, que iban en contra de los intereses occidentales. La invasión ha puesto a Rusia en ese mismo lugar de lesionar sus propios réditos. Lo que parecía una pelea entre bizcos que ocasionalmente asestaban un golpe, es ahora una riña entre ciegos donde nadie sabe hacia dónde golpear y con qué efecto.

Organismos de la Guerra Fría, toda la conducción de occidente huele a naftalina. Lentos acuerdos de ministros, sanciones de efectos de muy largo plazo, movimientos de tropas en lugares seguros pero no en donde podrían necesitarse de inmediato y créditos muchos créditos de insumos militares.
Por supuesto que todo esto no es nuevo siempre ha habido imbéciles que aceptaron un caballo de regalo y que desoyeron las razonables advertencias de Casandra y Laoconte. Esas actitudes tienen múltiples explicaciones desde pura incompetencia, insensatez, perversidad o ambición desmedida. El tema es ver cómo afectan las acciones de los actores y qué consecuencias producen, para tratar de entender por qué lo hicieron.
Recomponiendo el contexto conforme la historia cercana y el discurso de Putin del 21 de febrero veamos la proyección de actuar contra sus propios intereses.
1- Ucrania se separa (libera?) de la Unión Soviética con la caída de ésta en 1991. En 1994 mediante el Memorándum de Budapest, Ucrania entrega su arsenal nuclear a Rusia a cambio de protección y seguridad garantizada por la propia Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y China. A primera vista parece una propuesta razonable de contención de la proliferación nuclear, además el ahorro de los costos de mantenimiento permitió potenciar la economía ucraniana hasta la crisis del 2008. Cuando en 2014 Rusia ocupó Crimea, Kiev invocó el Memorándum con el sólo resultado de la Resolución 68/262 de la ONU y una amonestación norteamericana a la Federación Rusa, que se quedó con Crimea. Después del discurso de Putín del 21, Zelensky volvió a hacer flamear el Memorándum, ya como un reproche a los signatarios que distraídamente miraron hacia otro lado. Pensemos lo diferente que sería todo si aún hoy Ucrania fuese una potencia nuclear real y no en expectativa como le acusa Putin. El acuerdo de 1994 fue para Ucrania cortarse la yugular.
2- Después de la Guerra Fría –que informo a todos que terminó en 1991 con todo lo que ella implicaba-, hubo un debate dentro de la OTAN acerca de la expansión continua hacia el este, a lo que Rusia se oponía. En 1999, Polonia, Hungría y la República Checa se unieron a la organización, lo que reavivó el debate interno y con Rusia. Pero claro Rusia estaba débil, no podía más que protestar, así que la OTAN hizo promesas solemnes y vacías de continuar la expansión. Desde entonces Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, Albania, Croacia, Montenegro, más algunos aspirantes incluida Ucrania. Claro que ahora la Federación Rusa no está tan débil y reclama por su esfera de seguridad, y no hay promesas que alcancen para calmarla, sobre todo cuando Ucrania constitucionalmente tiene mandato para solicitar su ingreso –rechazado hasta ahora-. Por otra parte: qué es la OTAN sin Rusia? A qué enemigo dedica su arsenal convencional y nuclear? Desarrollarte y crecer es bueno pero cuidado no crezcas tanto como para que el objeto de tu evolución desaparezca, porque entonces tu no tendrás sentido.
3- Producida la crisis de 2014, la ocupación de Crimea y los levantamientos separatistas en Donetsk y Lugansk, la intervención diplomática internacional logra un alto el fuego. Se reúne el Formato de Normandía –llamado así porque abrió sus sesiones el 6 de junio de 2014- integrado por Ucrania, Francia, Alemania y Rusia a la que permitieron actuar con el status de “mediadora” y no partícipe activa del conflicto, con lo que se fija como un conflicto interno ucraniano –ya empezamos mal-. De estas reuniones surgieron los acuerdos de Minsk I y II. Las cláusulas de ambos refieren a obligaciones que pesan sobre el gobierno de Ucrania. Más allá del alto el fuego y las zonas desmilitarizadas lo más relevante lo constituye el trato sobre la autonomía local en algunos distritos de Donetsk y Lugansk y la reforma constitucional de Ucrania cuya descentralización permitiría la autonomía –a un paso de la independización-. Para Rusia estaba implícita la anulación de la cláusula constitucional de unión a la OTAN. Además se acordaba la retirada de todas las formaciones armadas extranjeras, equipo militar, y también mercenarios en territorio de Ucrania bajo la supervisión de la OSCE -las tropas especiales inglesas nunca se fueron y las norteamericanas iniciaron su despliegue en 2015-. Se preveía el desarme de todos los grupos ilegales, pero el gobierno de Kiev se mostró incapaz de hacerlo y poco voluntarioso para ello. En suma Ucrania no hizo nada de esto. Si prometes y no cumples no esperes el alegre beneplácito de quienes te rodean, Rusia te amenaza y los occidentales sólo te miran con compasión mientras te sepultan en millones de dólares de deudas en insumos militares.
4- El 8 de noviembre 2011 se inauguró la primera línea del gasoducto Nord Stream mientras se continuaba con la terminación de la segunda. El conflicto de 2014 frenó esta segunda etapa por cuestiones diplomáticas y ello llevó a que, estando concluidas las obras, Alemania se niegue a aprobarlas para ponerlo en marcha. Y aquí se presenta un doble juego de acciones contra intereses propios. Alemania a instancias de la Unión Europea tiene boqueado el gasoducto. A primera vista parece una de esas sanciones económicas a las que son tan afectos los organismos supranacionales; no te compraré más gas así que tú sufrirás por falta de divisas, casi una condena bíblica. El Canciller Olaf Scholz rubricó la decisión asegurando que la bella Germania no necesita del gas ruso y que ya están haciendo suficiente acopio del mismo – si, claro, en pleno crudo invierno-. Lo cierto es que renunciar al gas ruso es casi como renunciar al oxígeno de la atmósfera. El 47% del gas que consume Europa proviene de Rusia así que no es tan fácil prescindir de él y aún los proyectos de reemplazarlo por otros proveedores son muy complejos. Polonia ha propuesto enlazarse con el gasoducto del Mar del Norte que proviene de Noruega, pero ese nuevo tubo no estaría listo hasta fines de 2022 y el gas noruego tiene ya muchos clientes. El gasoducto Nabucco cruza las tierras de la muy dubitativa Turquía y el gas licuado de Qatar requiere de transformaciones tecnológicas de procesamiento además de tener que competir con China por la disponibilidad de buques de transporte. En suma el gas proveniente de otros sitios sería mucho más caro –sin contar la comisión de los políticos intervinientes-. Cortar definitivamente el gas ruso es más perjudicial para la UE que para Rusia. Hasta la invasión, el bloqueo del gasoducto podía considerarse temporal hasta hallar un acuerdo lo que significaba un punto a favor de Putin. Después de la invasión Putin perdió esa ventaja que será muy difícil de recuperar o deberá darse por perdida si se reconfigura la provisión de gas a Europa que aunque costosa podría resultar aceptable frente a una guerra. Dos jugadas de gol en contra maravillosas, donde la gente siempre pierde.
5- La Conferencia de Seguridad de Múnich en Múnich los días 18 y 19 de febrero expuso la mentalidad antigua del liderazgo occidental. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, instó a los Estados occidentales a tomar medidas inminentes contra la acumulación militar rusa –que ahora sabemos terminó en invasión-. Pidió a los países occidentales que publiquen las sanciones que planean imponer a Rusia en el caso de una escalada e instó a los países a no hacer tratos «a espaldas de Ucrania» –creo que el ucraniano tiene muy clara la diplomacia de la Guerra Fría-. Culpó a los Estados occidentales por su «indiferencia» hacia la concentración militar rusa y también invocó el Memorando de Budapest de 1994, pidió una reunión de los Estados signatarios y afirmó que la falta de dicha reunión pondría todo “en duda”, e insinuó la necesidad de Ucrania de recuperar las armas nucleares –como si pudiera-. Pidió a la OTAN que aclare el cronograma de adhesión. Le prometieron que los Estados Unidos no escatimarían esfuerzos diplomáticos para proteger a Ucrania y una reunión con Francia y Alemania para discutir las campañas de desinformación de Rusia y la situación de seguridad en Ucrania.

Churchill, Roosevelt y Stalin tenían esto muy claro: tomaban las decisiones políticas necesarias para apoyar las propuestas militares que sus subordinados les presentaban, no para formular esas proposiciones ellos.
Kamala Harris, se reunió con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en Múnich para discutir los refuerzos a los aliados de la OTAN, incluido el envío de más tropas estadounidenses a Europa y la provisión de $ 650 millones en asistencia de defensa a Ucrania –plata si, soldados no-. Harris también se reunió con los líderes de la OTAN asegurando que reforzará el flanco oriental de la organización en caso de una invasión, invocando el Artículo 5 de la OTAN de defensa mutua de los miembros, a los que no pertenece Ucrania. Para este país más créditos militares, diplomacia, y sanciones financieras y controles de exportación a Rusia. Todo mientras aprobó la venta de 250 tanques M1A2 Abrams a las Fuerzas Armadas de Polonia.
La secretaria de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, anunció que el Reino Unido establecerá un nuevo centro contra la desinformación contra Rusia. Truss advirtió que las campañas de desinformación rusas se han duplicado en la última semana y pueden servir como una excusa de bandera falsa para que Rusia invada Ucrania. Truss dijo que la nueva unidad de inteligencia es el primer renacimiento de las unidades de información originales del Reino Unido que se disolvieron después de la Guerra Fría. Truss también advirtió que la invasión de Ucrania por parte de Rusia puede alentar al Kremlin a perseguir ambiciones declaradas similares contra otros estados bálticos y de Europa del Este, incluidos los aliados de la OTAN. Truss también criticó la presión coordinada chino-rusa contra el derecho de los nuevos estados a unirse libremente a la OTAN. Organismos de la Guerra Fría, grandes avances del Oso Ruso, el bloque China-Rusia. Esta chica es una verdadera nostálgica.
Pero no es sólo ella, toda la conducción de occidente huele a naftalina. Lentos acuerdos de ministros, sanciones de efectos de muy largo plazo, movimientos de tropas en lugares seguros pero no en donde podrían necesitarse de inmediato y créditos muchos créditos de insumos militares.
Esto es tal vez una apreciación muy personal y profesional. ¿Los militares profesionales occidentales dónde están?. Porque el nivel de gravedad que venían asumiendo las circunstancias obligaba a la mirada militar para evaluar y aconsejar, sin embargo ha estado ausente. Esto pasa por hacerles creer a los políticos que son estrategas o que hacen estrategia, cuando eso es un asunto militar; lo políticos hacen o deben hacer política. Cuando sueñan con ser grandes comandantes de maravillosos giros del destino se vuelven las pobres figuras que hoy vemos al mando. Y no nos confundamos Churchill, Roosevelt y Stalin tenían esto muy claro tomaban las decisiones políticas necesarias para apoyar las propuestas militares que sus subordinados les presentaban, no para formular esas proposiciones ellos.
Lo cierto es que estos desvaríos políticos occidentales nos han llevado a la situación actual donde una salida diplomática o una acción militar estaban disponibles pero en manos del azar o de Niké.
5.- Y esto nos lleva a su Majestad Imperial el Camarada Vladimir Putin. En los últimos años con mano autocrática, ciertamente, fue tejiendo una serie de acciones combinadas de diplomacia, economía, militares, de comunicación y descaro, que descolocaba permanentemente a sus opositores occidentales.
Acordó con Alemania la mejor provisión de gas posible y aunque no ha terminado de resultar –y no ha muerto- le puso la soga al cuello a Alemania y a toda Europa.
Los Estados Unidos abandonan Afganistán y allí está él proveyendo ayuda humanitaria y tratando de sacar a los Talibanes de las listas de organizaciones terroristas.
Expande la presencia naval rusa en oriente participando en ejercicios de naciones del sudeste asiático o con China en la zona septentrional del mar de ese país. También colabora con China, además del intercambio de tecnología y recursos, ayudando a controlar la frontera afgana y de Kasajstán para evitar las infiltraciones terroristas en China.
Virtualmente hecha a las tropas francesas de Mali, terminando de agotar la Françafrique en la región y reemplazándolas por tropas mercenarias rusas del grupo Wagner, que el gobierno de Mali deberá pagar seguramente con uranio y oro.
Consolida la Federación Rusa en lo político y en lo militar constituyen una fuerza armada “multinacional” bajo el mando de Moscú.
Presiona a Ucrania y la rodea de fuerzas militares favoreciendo a los grupos separatista e incluso proveyendo a quien lo desee pasaporte ruso.

Es un singular caso donde la guerra es el resultado de la incompetencia colectiva. Nadie cumplió con los compromisos asumidos, nadie dio el valor justo de cada acto y cada necesidad, nadie tomó decisiones evaluando su proyección en el futuro.
Con el discurso del 21 de febrero:
– Declara su intención de recomponer la presencia de una especia de Rusia Imperial.
– Denuncia la inestabilidad política y económica de Ucrania, desde la época Imperial, su separación de la Unión Soviética y la actualidad.
– Acusa a Ucrania de querer recomponer su poder nuclear, cosa que Zelensky había mencionado en Munich.
-Deja al descubierto la idea de que la OTAN sólo existe para enfrentar a Rusia, lo que suena bastante razonable salvo que se quiera perseguir al terrorismo con misiles.
-Imputa a Estados Unidos de imperialismo sobre Europa y de querer transformar a Ucrania en una colonia, promoviendo la corrupción económica de sus gobiernos.
-Por el fracaso de Kiev en resolver la autonomía de Donetsk y Lugansk, las reconoce independientes y las invita a integrarse a la Federación Rusa.
Hasta aquí tenía acorralados a Ucrania la UE, la OTAN y USA obligándolos a tener que justificarse ante cada acción de fondo. Ocupa militarmente a las nuevas repúblicas bajo la idea de la seguridad fronteriza y la pacificación. Ya ha ganado, sólo necesita esperar a que la situación madure y decante a su favor.
Pero el muy imprudente, incompetente, insensato, perverso o ambicioso –elijan ustedes- no tiene mejor idea invadir que militarmente Ucrania, cosa que sucede mientras escribo este artículo. El hombre que pensaba fuera de los esquemas clásicos, se ha vuelto a encajar en la Guerra Fría, Putin se ha metido en una guerra que difícilmente pueda resolver. Teniendo todos los favores en sus manos ataca y destruye Ucrania, como un irascible Otelo que estrangula a la inocente Desdémona.
Es un singular caso donde la guerra es el resultado de la incompetencia colectiva de los responsables políticos de todas las naciones intervinientes. Nadie cumplió con los compromisos asumidos, nadie dio el valor justo de cada acto y cada necesidad, nadie tomó decisiones evaluando su proyección en el futuro. Nada hemos aprendido en 15000 años de civilización. El presidente de los Estados Unidos John Adams dijo en 1813 “Mientras que todas las demás ciencias han avanzado el gobierno está estancado; apenas se le practica mejor hoy que hace 3000 o 4000 años”.
Entramos ahora en una nueva etapa la Guerra, que tiene su propio lenguaje y no entiende de sanciones económicas; para cuando éstas tengan efecto los cañones se habrán silenciado. Del mismo modo que el análisis de este artículo será letra muerta.
De una manera más cruel Ucrania está tan perdida como lo estaba el lunes 21, pero ahora será de una manera sangrienta e inimaginable. Como tan inconcebible es que tropas occidentales se sumen a la batalla, pues el riesgo de escalada bélica es incalculable.

De una manera más cruel Ucrania está tan perdida como lo estaba el lunes 21, pero ahora será de una manera sangrienta e inimaginable. Como tan inconcebible es que tropas occidentales se sumen a la batalla, pues el riesgo de escalada bélica es incalculable.
Por otra parte se ha informado que tropas rusas ocuparon Chernobyl a 95 kilómetros al norte de Kiev –200/300 desde la frontera rusa- y en el lado occidental del Dniéper, lo que anula la posibilidad de resistencia ucraniana sobre este curso de agua que de confirmarse operaciones terrestres sobre Odessa también estaría perdido como defensa en el sur. Así la situación, parece que militarmente todo estaría perdido para Ucrania, no sería de ningún efecto la presencia de tropas de la OTAN en el terreno. Todo dependerá de la voluntad de lucha del pueblo ucraniano y su capacidad de organizarse para una lucha irregular y en ciudades muy prolongada o aceptar esto como el fin de su independencia.
Quedan sólo preguntas:
¿Por qué Putin recurrió a una invasión militar?
¿Por qué occidente fue tan incompetente en contener las intenciones rusas?
¿Todo se hizo en aras de intereses nacionales o hay algo más oscuro?
¿Se reconstruirá la relación amigo/enemigo entre Rusia y Occidente?
Estamos frente a un episodio que debería cambiar la forma en que vemos y hacemos el mundo, pero eso sólo el tiempo lo dirá.
Por ahora:
«Cry ‘Havoc!’, and let slip the dogs of war.» (“Grita ‘¡Devastación!’ y suelta a los perros de la guerra”).
Acto 3, Escena 1, “Julio César” de William Shakespeare